¿MITO O REALIDAD?
La participación infantil conlleva alentar y habilitar a los niños y las niñas para que expresen sus puntos de vista sobre las cuestiones que les afectan. Cuando se pone en práctica, la participación conduce a que los adultos escuchen a los niños, quienes a su vez se expresan.
Este proceso asegura la libertad del niño de expresarse por sí mismo y asume sus puntos de vista cuando se toman las decisiones que les atañen. Involucrar a los niños en el diálogo y el intercambio de ideas les permite aprender maneras constructivas de influir en el mundo que les rodea.
La participación infantil debe ser auténtica y significativa. Debe comenzar por los propios niños y jóvenes, en sus propios términos, en el marco de sus propias realidades y en la búsqueda de sus propias visiones, sueños, esperanzas y preocupaciones. Y en mayor medida, una participación infantil auténtica y significativa exige un cambio radical en el pensamiento y la conducta de los adultos.
Publicado por
Dani
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